martes, 1 de septiembre de 2009

Visita paternal

Sus ojos juegan con mi pelo,
sus manitas besan mi rostro.
Escribe con su dedito: TE AMO,
sobre mi arrugada frente.

Extiende sus bracitos de azúcar,
apaga el dolor de no verla,
siete lunas con sus días,
siete días, con sus brumas.

Con la mente y el corazón nos despedimos,
prometiendo visitarnos toda la vida.

San Antonio de Pichincha, abril 18 del 2009.

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