martes, 1 de septiembre de 2009

Poema de combate

Llévense todo menos la Tamia,
que no es mía, ni es de nadie.
Sólo la Tamia engendra a la Pachamama.
¿La Iglesia Católica dirá que son lesbianas?

Llévense a la legión de gatos encerrados,
menos a mi gato proletario,
proletario en su militancia,
rojo hasta las barbas.

Llévense la estupidez de lo prohibido,
la engañifa de los depredadores.
Prefiero a los cultores de manicomios,
abrigados con la ternura de la poesía.

Llévense todo menos la semilla,
que no es mía ni es de nadie.
Los luchadores populares se multiplicarán,
cientos de banderas rojas, marcharán.

Llévense todo menos el cielo,
que no es de todos ni es de nadie.
Lo tomaremos por asalto un día de estos,
y ésta vez será la vencida.

Llévense todo menos la justicia,
que no es mía ni es de nadie.
Al capitalismo lo destrozaré a punta de juete,
con versos que guardo en mi zamarro.

Quito, Mayo 1 del 2008.
Rock Café-Bar Ambrosía.

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