martes, 1 de septiembre de 2009

Poema del emigrante sudaca

El pájaro no necesita
pasaportes, visas o sellos.
Le basta con abrir sus alas
para abolir las fronteras.

¡Sudaca indeseable,
Poeta verdulero frustrado.
migrantillo ¡vete a tu país!
¡Doblégate! ¡Pide el pan de rodillas!
¿Quién te ha llamado?
¿Alguien os dijo que seréis bienvenido?
¡Compórtate o lárgate!
lo enrostraron en la casa de Gaudí.

En el umbral de la noche mediterránea,
peces de ultramar decifraron su huella sideral:
Es un trashumante, decían unos.
Un enamorado de la palabra, otros.
¡Un ser humano caído en desgracia!
¡Santo Dios!

¡Devolvámoslo a su tierra!
¡Llevémoslo a alta mar donde las ballenas!
Seguro, el camino al Sur conocerán.
¡Te declaramos poeta sin fronteras y del más allá!
gritaban salmones y gaviotas.

El pájaro no necesita,
pasaportes, visas o sellos,
le basta con abrir sus alas,
para abolir las fronteras.


Barcelona-España, enero 15 del 2003.
Barrio Gótico, Bar Los Álamos.

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