martes, 1 de septiembre de 2009

Taita Saquisilí Raymi

Allende los cóndores anidan,
mitimaes Kechuas y Aymaras
enviados por el Inca te llamaron:
Saqui (deja) y Sili (solo).

En Febrero, maduran los capulíes,
Taita Saquisilí Raymi, anuncian las bocinas.
De guasines, valles y laderas,
cuesta abajo por la loma de Chancazo,
bajan volando llamitas cargadas de chogllos
para el Barrio Carlosama, el Prioste mayor.

Estallan salvas y dianas,
cabecean los voladores, tronan las camaretas,
la chamiza arde en el parque.
Los jocheros, entregan la pirotécnia,
el toro de matanza, los castillos,
mote y ñuta fritada tan.
¡Para todos los vecinos, hay!


¡Toquen trompudos de la Gran Banda K-leña!
A Taita Saquisilí Raymi vamos a festejar,
disfrazados de huarichas, camisonas y capariches
payasos, chaquis y bolsiconas.
¡Ya sería de Dios o de mamita Quinche!
torear un becerro, ganar una colcha,
bailar capishca, cachullapi y sanjuan.

Domingo de Saquisilí Raymi,
misa, procesión e incienso,
descansos, serpentinas, arcos y altares.
El chagrillo, cual mariposa revolotea,
¡Salve, salve gran Señora!
los fieles, a la Virgen del Quinche, vienen a rezar.
Suena una serenata de Mariachis,
del arco triunfal, las guanllas, vamos a bajar.

¡Ya sería de Dios o de mamita Virgen!
tocar guitarra, cantarle a mi tierra,
tomar un guaro para refrescar el guarguero,
¿Una copita? a los labios nomás, guambrita.
Así ha sido, así mismo ha de ser,
cuando vengo nomás vengo, longuitá,
ya sabrá para lo que vengo, cholitá.
Regáleme un pilche de chicha,
para apagar la sed, bonitá.



Sólo me fui a volver, no me he ido.
Soy gran cacao, campesino urbano, emigrante ilegal.
El chulko y los tzímbalos hecho de menos,
tomar colada morada en la feria de los jueves,
la palanda de la vaca recién parida,
la paila de chogllotandas a reventar,
andar por las chacras del Tejar y Mollepamba,
ver al Deportivo Saquisilí, en los estadios golear.

¡Ya sería de Dios o mamita Quinche!
Danzar en Saquisilí Raymi y los Buenos días,
Tomar chinguero hasta perder la tutuma,
asentar el chuchaqui con caldo de manguera.
Mañana de Taita Saquisilí Raymi me de ir
hasta vernos el otro año amorositá.

Quito, Junio 27 del 2009.

Visita paternal

Sus ojos juegan con mi pelo,
sus manitas besan mi rostro.
Escribe con su dedito: TE AMO,
sobre mi arrugada frente.

Extiende sus bracitos de azúcar,
apaga el dolor de no verla,
siete lunas con sus días,
siete días, con sus brumas.

Con la mente y el corazón nos despedimos,
prometiendo visitarnos toda la vida.

San Antonio de Pichincha, abril 18 del 2009.

American Gansterbank

American gansterbanks
enloquecidos por el Dios dinero,
traficantes de basura tóxica,
depredadores de la capa de ozono,
raza de avaros malolientes,
banqueros de casino y burdel.
firman acuerdos para declarar al dólar,
patrimonio intangible de la humanidad.


Gansterbanks consumidores de Mcdonalds
cowboys sembradores de minas personales,
espías de la CIA, encubiertos en el Cuerpo de Paz,
condenan a Darwin, y exaltan al Ku Kusclan.
Asesinos gansterbanks de la guerra preventiva,
socios estratégicos del Talibán
¡Necios decláranse victoriosos!
en Guantánamo y Abu Grahib


Quito, mayo 26 del 2009
Las auténticas fritadas de Cecibel.

Madre, vendrán a interrogarte

Vendrán a interrogarte,
los mensajeros de la muerte.
¡Madre, no les temas!
Te dirán que soy un terrorista,
un subversivo peligroso para el sistema.
Cuéntales que de niño vendía flores,
que escogía fréjoles y lentejas,
para llevar el pan que faltaba a nuestra mesa.

Vendrán a interrogarte,
los padres de la Democracia.
¡Madre no les temas!
Cuéntales que nos cansamos de sus promesas.
Así crecí, así crecimos.
con las niguas reventándonos los pies,
cargando bultos de los ricos en el supermercado,
arrancando nuestra subsistencia a la árida tierra,
sin un puñado de maíz tostado, ni mazamorra.

Vendrán a interrogarte,
los esbirros del libre mercado.
¡Madre no les temas!
Cuéntales que nunca tuve zapatos para ir a la escuela,
Cuéntales que escribía versos rebeldes,
para engañar el hambre, empozado en el estómago.

Vendrán a interrogarte,
los matones del Pentágono y la CIA.
¡Madre no les temas!
Cuéntales que en tu taller de costura,
remiendas el traje de camuflaje de los compañeros,
pespunteando la bronca e hilvanando la ternura,
tejiendo con tus manos cobrizas la revuelta,
bordando la libertad, en tu regazo trigal.

Vendrán a interrogarte,
los gorilas disfrazados de sotanas.
¡Madre no les temas!
Diles que no creo en el Papa ni en el Vaticano,
que mi Dios, es el Dios de los pobres,
alejado de anillos, coronas y tafetanes.
Cuéntales que no me hace falta ir a misa,
a golpearme el pecho, a ser cómplice de la ignominia.




Vendrán a interrogarte,
periodistas, historiadores y politólogos.
¡Madre no les temas!
Cuéntales que te escribí este poema
por ser el día de tu cumpleaños.
Cuéntales que extraño tus guanllas del mercado San Roque,
el carnaval de Guaranda, la chicha fresca, la fritada
y el abrazo a mis hermanos latinoamericanos.

Vendrán a interrogarte,
los torturadores armados de picanas.
¡Madre no les temas!
Invítales a un café negro con bolón de verde,
como se debe hacer con el enemigo.
Cuéntales que agarramos para la montaña,
que los aguardamos con el dedo en el gatillo.
Sobretodo cuéntales que ignoras,
donde con los camaradas, combatimos.

Quito, enero 18 del 2009.
Bar Zurdaka.


El becerro de oro

Al pueblo palestino,
víctima del sionismo fascista.


Y el becerro de oro ordenó a los judíos:
Bombardea a la indeseable Palestina,
envenena el agua y las mieses,
hurta rebaños, viola a sus mujeres.
¡Que no quede piedra sobre piedra!
El séptimo jinete del Apocalipsis ha llegado.

Y el becerro de oro ordenó a los judíos:
Lanza cohetes en la franja de Gaza,
¡Asesina, mata, vuelve a asesinar!
¡Destripa, descuartiza, desaparece al impío!
Ametralla el Cantar de los cantares,
liquida el Eclesiastés, los Salmos y los Proverbios

Y el becerro de oro ordenó a los judíos:
Desoye lamentos y súplicas,
acuérdate de Auswisch y Treblinka,
¡Id a por ellos casa por casa!
¡Venga a las víctimas del holocausto germano!
Despedaza sus cuerpos y sus voces,
la ONU sorda te aplaude,
los traficantes de armas, te aclaman.
¡Sólo son daños colaterales!

¡Escucha pueblo de Israel!
Ya se regodean las trompetas de Jericó.
¡Cumple con la ley del talión!
¡Ojo por brazo, diente por pierna!

Quito, diciembre 27 del 2008.
Karaoke Baco.



¡Quito bellecidad!

¡Quito bellecidad!
perdido en el corazón de la memoria,
mi alma de chagra vagabundea
por la Veinticuatro de mayo, Las flores del Califa,
Radio Cosmopolita y la Catedral.

¡Quito bellecidad!
lustrabotas enegrecido de bacerola,
cajonera olor a vela cebo,
chaleco endulzadito de añejas colaciones,
cachinero vestido de frac.

¡Quito bellecidad!
catador de amores trágicos furtivos
poeta mendigo despachando versos al cielo,
vampireza maquillada de arrabal.

¡Quito bellecidad!
duende extraviado en el churo de la Alameda
diablohuma contando historias de tiempos idos,
en el café Amazonas o el Madrilón.


¡Quito bellecidad!
tribu urbana dipsómana
cazagringas nocturno en la Mariscal,
el Mayo 68 o el Seseribó.

¡Quito bellecidad!
hincha albo, auquista o de la academia,
menestra del Pintado, mote de San Juan.
Chulla ranclado a Tumbaco y Cumbayá,
fiambre helado del Terminal del Cumandá.

¡Quito bellecidad!
combatiente callejero tirapiedras,
huipala ardiente anticorrupción,
puño luchador en la Plaza de la Independencia.
¡Grito telúrico de libertad!

¡Quito bellecidad!
abotonadito de siemprevivas en el ojal,
Encebollada mi alma de chagra,
guitarra en mano te viene a cantar.

Quito, diciembre 3 del 2008.
Restaurante Quito Tempo.

Poema de combate

Llévense todo menos la Tamia,
que no es mía, ni es de nadie.
Sólo la Tamia engendra a la Pachamama.
¿La Iglesia Católica dirá que son lesbianas?

Llévense a la legión de gatos encerrados,
menos a mi gato proletario,
proletario en su militancia,
rojo hasta las barbas.

Llévense la estupidez de lo prohibido,
la engañifa de los depredadores.
Prefiero a los cultores de manicomios,
abrigados con la ternura de la poesía.

Llévense todo menos la semilla,
que no es mía ni es de nadie.
Los luchadores populares se multiplicarán,
cientos de banderas rojas, marcharán.

Llévense todo menos el cielo,
que no es de todos ni es de nadie.
Lo tomaremos por asalto un día de estos,
y ésta vez será la vencida.

Llévense todo menos la justicia,
que no es mía ni es de nadie.
Al capitalismo lo destrozaré a punta de juete,
con versos que guardo en mi zamarro.

Quito, Mayo 1 del 2008.
Rock Café-Bar Ambrosía.